Habitaciones para dos en Ribadeo

Galicia es un lugar que ofrece unos paisajes impresionantes para un viaje en pareja, por ello te traemos estos hoteles con jacuzzi en la habitación en Ribadeo para que puedas organizar tu escapada para un fin de semana o un puente en esta localidad tan pintoresca de Lugo. Se trata de una población costera con una gran tradición pesquera en la que encontrarás alojamientos románticos que además cuentan con este baño con hidromasaje que hace de su habitación un lugar tan cómodo. Puedes comprobar cada uno de estos hoteles en Ribadeo para comprobar el tipo de spa que equipan y el resto de servicios que puedan ofrecer. Recuerda que puedes efectuar tu reserva online y así contar con una sorpresa muy agradable para quien más quieres.

Irse de escapada romántica muchas veces es un plan que surge de improvisto, sin mucho tiempo para planificar una larga ruta ni un destino muy lejano. Quizá lo apasionante y emocionante de las escapadas románticas es precisamente eso, que surgen de arrebatos de amor que buscan en la aventura y el ligero equipaje, un momento breve pero intenso para disfrutar en pareja. En el noroeste de España hay un montón de pueblos encantadores para irse de escapada romántica. Uno de ellos es Ribadeo, ubicado en el extremo más nororiental de la Comunidad Autónoma de Galicia. En este destino del Mar Cantábrico hay varias opciones de alojamiento que cuentan con bañera gigante en la habitación. Nuestra selección de hoteles con habitaciones especiales es la más exclusiva en cuanto a calidad, buen precio y ubicación. Hay para todos los gustos, desde los hoteles más lujosos y exclusivos hasta los más sencillos e igualmente encantadores. Eso sí, todos tienen esa pieza infaltable en toda escapada romántica: un divino jacuzzi dentro de la habitación.

En la Provincia gallega de Lugo se encuentra el municipio de Ribadeo, capital de la Comarca de la Mariña Oriental. En sus 106,2 km² de superficie total habitan cerca de 10 mil ribadenses. Al norte limita con el Mar Cantábrico, al este se encuentra el Principado de Asturias, luego de la Ría de Ribadeo, al oeste está el municipio Barreiros y al sur el municipio Trabada, ambos pertenecientes también a la Provincia de Lugo. Durante el siglo XII y posteriores, la localidad de Ribadeo comenzó a vivir un importante desarrollo y crecimiento económico, luego de que Fernando III de León la elevara a rango de Villa en 1183. Su Puerto de Riga fue de suma importancia para el intercambio comercial con los países bálticos, hasta que el puerto de Gijón y otros le desplazaran.

Qué ver en Ribadeo

En el núcleo urbano de Ribadeo hay varios monumentos arquitectónicos que vale la pena conocer. La Torre dos Moreno (en gallego) es una construcción modernista edificada en 1915 por Pedro Juan Moreno y Ulloa, a partir del diseño arquitectónico de Julián García Núñez y Ángel Ardex; el primero de estos últimos, García Núñez, fue discípulo de Gaudí. Desde el año 1997 esta torre es considerada un Bien de Interés Cultural y forma parte de los monumentos del Patrimonio Histórico de España.

La Torre de los Moreno se encuentra frente a la Plaza de España de Ribadeo. También conocida como Plaza de O Campo, constituye el centro neurálgico de la localidad. Además de la Torre dos Moreno, en los alrededores de la plaza están el Convento de Santa Clara y la Iglesia de Santa María del Campo, Patrona del municipio.

Ribadeo tiene playas muy bonitas en su costa cantábrica. La Playa Las Catedrales, antiguamente llamada Praia de Augas Santas, es sin duda la más atractiva, sobre todo por los arcos naturales que producto de la marea se fueron construyendo en los acantilados que la rodean. Desde su costa se ve la Isla Pancha, famosa por su faro y por las vistas preciosas que se tienen desde su pequeño mirador. A este islote se accede a través de un puente que lo conecta con tierra firme. Las parejas que disfrutan del camping pueden quedarse a dormir en la Playa Las Catedrales, en donde hay varias opciones para acampar.

La Playa de As Illas, cercana a la de Las Catedrales, es otra estupenda opción para los románticos. Es más pequeña y menos concurrida que su vecina de Las Catedrales, pero bañada también por las aguas verde azuladas del Cantábrico. Lo mejor es ir cuando la marea está baja para poder apreciar y disfrutar de las formaciones geológicas que la rodean.